¿Pueden el ESCEPTICISMO y el DESINTERÉS, ser síndromes masivos causados por el magnetismo?
(Imagen de Il persuasore oculto de Dan y Steve Peters)
(comentario en imagen: Sozonte Chanampa)
Dr. Hal C. Becker, gran colaborador de la sumisión masiva mediante la hipnósis.
Pueblos controlados y sometidos mediante la hipnósis masiva . Viene sucediendo desde hace mucho tiempo atrás, incluso desde antes que se inventara el TAQUISTOSCOPIO (el persuasor oculto) , en 1850.
Un dispositivo capaz de proyectar a 3/10 de segundo, mensajes al cerebro sin que el perjudicado tenga conocimiento (mensajes subliminales) .
Escepticismo, resignación, conformismo, fanatismo, depresión, intolerancia, promiscuidad sexual , anorexia, bulimia, adicciones, psicopatías (todas), drogadicción, delincuencia, crímenes… y se hace ¡interminable!
Evidentemente, la Humanidad, está viviendo ¡una realidad virtual! Lo digo y afirmo porque la hipnósis es tal que no hay un diálogo existencial sobre la realidad mundial. Si hasta pareciera que vivimos en diferentes mundos. ¡Un individualismo descomunal! El dolor es ajeno y las miles de problemáticas sociales no nos afectan ni en ¡lo más mínimo! Criticamos y despotricamos porque vemos la corrupción, sentimos la inseguridad, vivimos el desempleo; padecemos las injusticias sociales y el maltrato psicofísico. Y allí seguimos criticando y despotricando, sin darnos cuenta de lo que REALMENTE SUCEDE.
La Humanidad, está viviendo ¡una realidad virtual! ...la contrariedad que se observa desde la campaña hasta cuando se llega al poder ... el pueblo laurea al elegido, y el elegido ¡oprime al pueblo!
Jamás hablé de política. Y siempre le esquivé al tema por la contrariedad que se observa desde la campaña hasta cuando se llega al poder. Aún así, el pueblo laurea al elegido, y el elegido ¡oprime al pueblo! Por eso es que ¡no entiendo de política! Y no me refiero a nivel nacional sino ¡a nivel mundial! Esta contrariedad genera en la sociedad EL ESCEPTICISMO. El elegido gobierna para sí mismo y no para el pueblo. Según los partidos, serán los adeptos, y de sólo haberlos se crea la rivalidad dentro de la comunidad; motivo más que suficiente para tenernos desunidos como pueblo. Y ya el partido oficial gana los puestos gubernamentales desechando a los de la anterior gestión aunque éstos hayan hecho una excelente tarea. ¿No es que se trata de gobernar para el pueblo? Y ahí va el honorable empleado municipal que le puso alma y vida al deseo de colaborar y trabajar para su comunidad. Su honestidad le hace pensar que tal vez el partido triunfante lo mantenga en su puesto por la intachable labor. ¡Error! Hoy es un desempleado más que no encuentra un puesto para llevar el sustento a su familia. Ya no es el mismo, lo he visto abatido, y con un vago entusiasmo se ha volcado hacia otro partido esperando un pequeño milagro... Alguien, se ha compadecido y él, le sigue poniendo el pecho, luchando por su comunidad. Es que la dignidad laboral le ha enderezado de nuevo los huesos, aunque esta vez, ya lo sabe: la carrera política se hace pisando cabezas y sin contemplaciones (¿hará lo mismo cuando le toque asumir?... o, ¿seguirá fiel a su convicción, atendiendo la necesidad de su comunidad? Lamentablemente su psiquis se va formando para ser igual a todos los que asumen, y esto también tiene que ver con el Magnetismo Impostado que se torna en una lucha interna, y por más que prevalezca la honestidad, será reclutado igual ; porque es carismático y honrado. Ideal para llevarlo al poder... y allí controlarlo) .
¿Y qué hay de los que llenaron las urnas para consagrar al elegido? ¡Ah, sí! Sólo unos cuantos, los más allegados al líder se han posicionado, el resto... en sus vidas nada ha cambiado; más que un agradecimiento con la paga de dos empanadas y un vaso de gaseosa aguada de una noche de cánticos y alientos por la exitosa campaña. Los precios siguen subiendo, y la libreta del almacenero no puede saldarse engrosando ¡la horrorosa cuenta! ¿Vio, doña Laura? ¡Tantas promesas y al final, éste, resultó igual de sinvergüenza que el anterior! Doña Laura, ferviente oficialista, hace oídos sordos del ofuscado almacenero que anota el fiado. Toma la libreta para marcharse y le espeta: Y usted, ¿de qué se queja? Si la que saca al fiado soy yo –pegando un portazo. (Incoherencias sociales que convergen en una región magnetizada .)